Como ven, estoy dedicando tiempo a recopilar información para mi blog, y de casualidad me he topado con unas palabras de Pedro Manuel de la Cruz, director de La Voz de Almería, que me dedicó allá por 2015. Me apetece recordarlas aunque en los últimos 3 años hemos crecido mucho. También podéis leerlas aquí:
La vida y el escepticismo me ha enseñado que a las personas se dividen en dos: los que ante un problema buscan una solución y los que ante una solución buscan un problema. Alberto Cerezuela pertenece a la partida de los primeros.
Es tan ejidense que vino al mundo el mismo día que la independencia llegó al municipio que, hasta ese 11 de septiembre de 1982, pertenecía a Dalias. Experto en enigmas y leyendas del pasado, es el primer español que descubrió que la autoedición está cargada de futuro. Desde entonces ha editado casi cuatro mil títulos y él, tan experto, tan amante de los misterios (es autor de varios libros de éxito sobre el tema), desvela en esta conversación improvisada el misterio de su éxito, de su camino (“que se inició en La Voz a través de Evaristo Martinez, que me atendió cuando nadie lo hacía”, dice con agradecimiento hacia el jefe de cultura de este periódico).
La transcripción libre que sigue no es la narración de un misterio. Es la prueba, el ejemplo constatable, de la inteligencia en movimiento que tanto abunda en esta provincia aunque muchos se nieguen a verla.
“Empecé por necesidad, porque no encontré a nadie que quisiera editar aquellos folios que había escrito con la ilusión de verlos publicados, de que llegaran al público. Hubo editoriales e instituciones que me dijeron que aquello no interesaba a nadie, que incluso podría tener, por los temas que trataba- asesinatos, sucesos truculentos, en fin cosas así- problemas judiciales. Un muro vamos.
Así que decidí autoeditármelo. De aquel proyecto de libro que nadie quiso- Enigmas y leyendas de Almería- , hoy ya han salido al mercado once ediciones y seguimos.
Ahí fue donde vi que podría haber, que habría mucha gente que estuviera en mi misma situación. Escritores noveles que quisieran publicar y no encontraran quien se atreviera a hacerlo. Fue cuando descubrí la autoedición.
Había vida más allá de las grandes o pequeñas editoriales. Si alguien quería editar un libro, nosotros se lo íbamos a facilitar. El sistema es fácil, ágil, cómodo y rentable para el autor. Fácil porque a partir de que nos entregan el texto, nosotros hacemos todo el trabajo de diseño, maquetación, impresión, marketing, asesoramiento, distribución… y proporcionamos un sinfín de herramientas como audiolibros, booktrailers, marcapáginas, notas de prensa y expositores. Tenemos a diez personas trabajando a tiempo completo y negociamos con empresas impresoras competitivas.
Desde aquel muro con que me encontré hace siete años y en el que descubrí una salida con la autoedición, hemos publicado ya casi cuatro mil títulos, cuatro mil libros. Unos con más calidad, otros con menos, pero todos obedecen a la voluntad de sus autores. Hay cosas mejores y otras peores, como sucede con las grandes editoriales.
Somos almerienses- yo soy de El Ejido y nuestra empresa está allí- pero en esos casi cuatro mil títulos, solo un cinco por ciento son de autores almerienses, en total unos sesenta. Nuestros escritores son ya y desde hace años de toda España. Hemos publicado libros de personajes famosos y de escritores consagrados. Entre los primeros están los presentadores Cristian Gálvez, el futbolista Valerón y entre los segundos algunos finalistas del Premio Planeta o del Fernando Lara de novela. Gente que quiere publicar y obtienen más rentabilidad con nosotros.
Un libro puede costar con nosotros tres euros por ejemplar y se llega a vender a quince, a veinte y, de esa cantidad, las grandes editoriales les pagan un diez o un cinco por ciento. Nosotros hemos cambiado esa retribución y la hemos multiplicado de forma impresionante: pasan de ingresar el 10 por ciento al 80. Es el autor el que pone el precio y el que negocia con los centros de venta o, si así lo prefiere, a través de nosotros, que también ofrecemos ese servicio. Hasta ahora ya tenemos acuerdos con El Corte Inglés, la FNAC, Amazon y Casa del Libro, por ejemplo.
Al principio las editoriales consagradas nos despreciaban, decían que sólo publicábamos productos de baja calidad. Ahora nos dan la razón y están asumiendo que su relación con las nuevas estrategias editoriales y con los escritores es arcaica, obsoleta, no es útil ya para el presente y no lo será para el futuro. La tendencia de los nuevos tiempos en el mundo editorial no es vender, es editar. En papel o en la red. Eso es lo que hemos “descubierto” desde Almería. Y ahí vamos a continuar”.
Alberto Cerezuela, nacido tal vez a la sombra de una parra, aprendió con poco más de veinte años que los innovadores son como los árboles: tienen que tener sus raíces hundidas en la tierra pero sus ramas hay que hacerlas llegar a cualquier lugar del mundo con la innovación.
Nota: La foto que ilustra el artículo es de mi etapa como director en Cadena Ser Poniente, al lado de mi queridísima Raquel Martínez.