EL
JURAMENTODE SAL
EL ÚLTIMO LIBRO DE ALBERTO CEREZUELA
SINOPSIS
Alberto Cerezuela es un soplo de aire fresco para el género negro en España. Más de 20000 lectores lo avalan.
«La niña se pone muy nerviosa. Cuando despierta, está a oscuras. Alguien ha apagado la luz. Pero no está en su cuarto. Aquella no es su cama. No encuentra su manta de Snoopy. ¿Sigue jugando al escondite con sus amigos? Es lo último que recuerda. Sí, seguro que es eso.
—Cinco, cuatro, tres, dos, uno…
Nadie responde.
…………………………….
No sabe cuánto tiempo lleva allí. Se acurruca contra la pared, con las manos en la cara. Cada vez tiene más frío. Nota algo en su rodilla. Seguramente sea la sangre, le duele. Pero la sangre no se mueve y aquello sí. Le hace cosquillas.»
«Inés Velázquez Torres, de 7 años de edad, fue vista por última vez en torno a las 23:30 horas del jueves 29 de noviembre de 2019, cuando jugaba al escondite, con otras niñas del vecindario, dentro del jardín de la casa de sus padres, mientras estos celebraban una fiesta con sus amigos. Nadie había visto nada. Según los demás niños, Inés se había escondido y no lograron encontrarla. Al cabo de unos minutos, alertaron a los adultos, quienes de inmediato avisaron a la policía. Esa era toda la información que había podido recopilar el subinspector Lucas Campillo, así como la descripción de la pequeña: pelo largo y castaño, ojos de un color a caballo entre el verde y el gris, y estatura normal para su edad. Vestía una blusa granate abotonada, de mangas largas terminadas en vuelo, pantalones grises rotos en las rodillas y unos zapatos negros, de suela blanca y lisa, coronados con una flor oscura.»
«Nadie se atrevió a quejarse, Lorenzo Villanueva infundía demasiado respeto. O miedo. Era difícil identificar la edad que podía tener. ¿Cincuenta, sesenta, setenta? Era alto, extremadamente alto y delgado, y siempre vestía con ropa oscura. Tenía el pelo largo y gris, así como una poblada barba que potenciaba unos ojos azules que reflejaban la ausencia de alma. Cuando te miraba, parecía hipnotizarte, como si fuesen de otro mundo. Como si no tuviesen vida.»