Una ciudad sin libros es una ciudad sin vida. Eso mismo debieron pensar en Murcia los miembros de la Asociación Cultural Palín, y no han parado hasta que esa bella tierra recuperase, tras diez años, su feria del libro. Y el resultado no ha podido ser mejor: Una treintena de stands (más que en otras ciudades que vienen desarrollando ferias similares desde hace tiempo), una más que destacable venta de libros (más de 6000 ejemplares), y miles de personas abarrotando el paseo Alfonso X. Enhorabuena. Otros lugares deberían tomar ejemplo.
En el marco de esa Feria, que tuvo lugar los días 21, 22 y 23 de septiembre, tuve la suerte de participar en un interesante debate sobre la autoedición donde intervinieron varios escritores autoeditados.